jueves, 3 de diciembre de 2009

Buenas Lecciones de Vida

Escrito por Regina Brett, 90 años, de "The Plain Dealer", Cleveland, Ohio



“50 Lecciones de Vida” de Regina Brett

    1. La vida no es justa, pero aún así es buena.

    2. Cuando tengas duda, sólo toma el siguiente paso pequeño.

    3. La vida es demasiado corta para perder el tiempo odiando a alguien

    4. Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.

    5. Liquida tus tarjetas de crédito cada mes.

    6. No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.

    7. Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.

    8. Está bien si te enojas con Dios. Él lo puede soportar.

    9. Ahorra para el retiro comenzando con tu primer cheque de nómina.

    10. Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.

    11. Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.

    12. Está bien permitir que tus niños te vean llorar.

    13. No compares tu vida con otros. No tienes ni idea de lo que se trata su jornada.

    14. Si una relación tiene que ser secreta, no debes estar en ella.

    15. Todo puede cambiar en un parpadear de ojos. Pero no te preocupes, Dios nunca parpadea.

    16. Respira profundamente. Esto calma la mente.

    17. Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o gozoso.

    18. Si algo no te mata, en realidad te hace más fuerte.

    19. Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda depende de tí y de nadie más.

    20. Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un ” no” por respuesta.

    21. Enciende las velitas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.

    22. Prepárate de más, y después sigue la corriente.

    23. Sé excéntrico ahora. No te esperes a ser viejo para usar el morado.

    24. El órgano sexual más importante es el cerebro.

    25. Nadie está a cargo de tu felicidad, más que tú.

    26. Enmarca todo llamado “desastre” con estas palabras: “En cinco años, ¿esto importará?”

    27. Siempre elige vida.

    28. Perdónale todo a todos.

    29. Lo que las otras personas piensen de ti no te incumbe

    30. El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.

    31. Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.

    32. No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.

    33. Cree en los milagros.

    34. Dios te ama por lo que Dios es, no por lo que hayas hecho o dejado de hacer.

    35. No audites la vida. Sólo llega y aprovéchala al máximo hoy.

    36. Llegar a viejo es mejor que la alternativa— morir joven.

    37. Tus niños sólo tienen una niñez.

    38. Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.

    39. Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.

    40. Si todos apiláramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, correríamos de regreso los nuestros.

    41. La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.

    42. Lo mejor está aún por llegar.

    43. No importa cómo te sientas… párate, arréglate y preséntate.

    44. Cede.

    45. La vida es demasiado corta para vivirla sintiendo autocompasión. Tú decides si te preocupas o te ocupas.

    46. Un escritor escribe. Si quieres ser un escritor, escribe.

    47. Lee los Salmos. Ellos cubren cada emoción humana.

    48. Si no preguntas, no obtienes.

    49. Puedes superar cualquier cosa si vives el presente.

    50. La vida no viene envuelta con un moño, pero sigue siendo un regalo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

SE HA DEJADO DE VIVIR

Se ha dejado de vivir…

Cuando se existe sin tener un propósito,
cuando ya no se puede elegir el camino
porque se piensa que ninguno es bueno,
cuando se califica de absurdo todo movimiento nuevo
porque se parece a lo ya conocido

Se ha dejado de vivir…

Cuando da lo mismo una cosa que otra
porque el resultado será siempre el aburrimiento;
cuando el espíritu de aventura ha terminado
y se prefiere hablar de las cosas en vez de hacerlas,
cuando se da más importancia a recordar lo realizado
que planear lo que aun queda pendiente por hacer

Se ha dejado de vivir…

Cuando el amor solo busca la comodidad y la satisfacción
en vez de la pasión urgente de darse y recibir,
cuando se cree saberlo todo y ya no puede establecerse diálogo
con la gente ni con los libros,
cuando se prefiere dormir a iniciar un nuevo sueño
bajo la tenue luz de las estrellas

Se ha dejado de vivir…

Cuando se cree que ya se ha hecho bastante en la vida
y ahora es ella la que debe hacer algo por nosotros,
cuando ya no se puede sentir la presencia de Dios
en la acción de nuestro trabajo diario,
cuando se prefiere transar… antes que pelear hasta el final…

de: Mario Gonzalez Ulloa

lunes, 16 de noviembre de 2009

El Hijo del Samurai

El Hijo del Samurai. Hoy era un día feliz para Kan, hoy cumplía 12 años y su padre había prometido concederle el mayor de los tesoros. Una espada de Samurai. Naturalmente no sería una espada de doble diamante como la de su padre, sería una sencilla espada katana. Lo demás habría de ganárselo por si mismo.

Era un inmenso honor el que le hacía su padre. A partir de ahora dejaba de ser un niño para convertiste en todo un aprendiz de Samurai. Un brillante futuro se presentaba por delante si estaba dispuesto a aprender y a trabajar. Y Kan lo estaba desde lo mas profundo de su corazón.

Su padre Kazo estaba frente a el, solemne e imponente como era natural en su persona. El anciano Samurai aparentaba mucha menos edad de la que realmente tenía, solo su larga cabellera blanca y unos ojos llenos de sabiduría revelaban su verdadera edad. Su armadura de General Samurai reflejaba los dorados rayos del sol como si fuera de oro mientras que los dobles diamantes engastados en la empuñadura de su propia espada katana, formaban un doble arco iris enlazado en su base.

Kazo se había forjado en mil batallas y había formado a cientos de Samuráis. Y por fin hoy, iba a instruir a su propio hijo. Un acontecimiento que llevaba esperando desde hacía doce años.

En sus manos sostenía la futura katana de su hijo, un arma poderosa que debía usarse con sabiduría. Kan debía entender que lo mas importante de un Samurai no era su arma, sino su sabiduría y su honor.


La cara de Kan resplandeciente de honor y gozo al recibir su espada, lleno el corazón de su padre de un orgullo como nunca antes había sentido. Ahora ya era oficial, el joven aprendiz había superado todas las sutiles trampas que le había tendido el destino, y por sus propios meritos se había convertido en uno mas del clan.
Esa misma noche, después de las celebraciones y las risas, padre e hijo se sentaron juntos alrededor de la hoguera.

La noche era calida y en el cielo lucían las estrellas como luciérnagas en un estanque, la Luna llena brillaba con fuerza, como si quisiera arropar al joven Samurai con sus rayos de luz.

- Hijo mío – La voz de Kazo era grave, relajante y penetrante como las caricias de una madre – Hoy has dado un paso muy importante en tu vida. Has dejado de ser una persona normal, has dejado el bosque para introducirte en el camino de la vida por el sendero del Samurai.

“”Has superado la trampa invisible que tienden, a toda persona que quiere adentrarse en el camino, los fantasmas del miedo y del fracaso.

“”Nunca luches contra los fantasmas del miedo, ellos harán que todos los problemas parezcan agolparse para vencerte y doblegarte, cuando estos fantasmas te ataquen, no te defiendas, sigue adelante enfrentándote a los problemas uno a uno. Ese es el único secreto del éxito hijo mío.

- Si padre, estas semanas las dudas recorrían mi mente – Kan miraba a la Luna en busca de fuerzas para expresar lo que había sentido – no sabía si sería capaz de llegar al final, tenía miedo de entrar en la senda del Samurai por miedo al fracaso, por miedo a decepcionarte, por miedo a que se rieran de mi los demás mientras no domine todas las técnicas como lo hace un Samurai de verdad. Era un dolor intenso – dijo mientras su mano se posaba en su estomago – como si me clavaran afiladas agujas en el estomago. Pero me di cuenta que si no empezaba, habría fracasado aun antes de intentarlo. – Sus ojos se clavaron en los de su padre – No se si llegaré algún día a ser un Samurai tan bueno y poderoso como tu padre, pero ten por seguro que lo intentaré hasta con el último vestigio de mi alma, nunca me rendiré al camino. Siempre seguiré adelante.

Kazo no podría estar mas orgulloso. Su hijo poseía una fuerza que le conduciría allí donde el quisiera. Por que nadie mejor que el viejo Samurai sabía que el mayor secreto para conseguir en la vida lo que se desea es el no rendirse jamás. Si Kan, a su tierna edad ya conocía ese secreto, sin duda llegaría muy lejos, mucho mas lejos que su padre el General de Generales.

- Hijo, ahora eres parte de los Samuráis y por lo tanto has de regirte como tal – El viejo Samurai cogió un grueso leño y se lo paso a su hijo. – Parte este leño hijo mío, se que puedes hacerlo.

- Pero padre, este leño es muy grueso, – dijo el joven abatido – y yo solo tengo doce años, aun no soy un hombre maduro. No tengo la fuerza suficiente.

- Claro que tienes la fuerza hijo, pero tu fuerza no esta en tus músculos – sentencio a la vez que rodeaba con su grande y calida mano el estrecho brazo de su hijo – sino en tu cabeza, es en tu inteligencia y en tu fuerza de voluntad donde posees la energía suficiente para realizar todo aquello que desees.

“”Si piensas que no eres capaz de hacerlo… seguramente nunca serás capaz. Sin embargo, si estas convencido de que es posible, y desde el fondo de tu corazón brilla la verde llama de la esperanza y la fe en ti mismo. Podrás hacer lo que desees, solo habrás de buscar el medio.

- Pero padre… – Kan quería creer a su padre, era un Samurai y los Samuráis nunca mienten. Entonces debía existir una forma… pero cual – Ya se! Ahora yo también soy un Samurai, puedo hacer lo imposible!

Y desenfundando por primera vez su espada katana lanzo con todas sus fuerzas un terrible golpe contra el tronco… consiguiendo que la katana se incrustara fuertemente dentro del tronco. Kan intento sacarla de un tirón, pero sus esfuerzos eran inútiles. Estaba demasiado fuertemente enganchada. Se estaba poniendo muy nervioso, y si no fuera por que la calida mano de su padre le calmo, como tantas veces había hecho de pequeño, se habría echado a llorar.

- Tu intento ha sido digno de elogio Kan, pero has de aprender antes de hacer. – El viejo Samurai tomó entre sus manos la espada de su hijo y con un giro rápido de muñeca extrajo la espada del tronco. – Has de fijarte pequeños objetivos, fáciles de cumplir con tus capacidades, para conseguir lo que deseas. – Dicho esto devolvió la espada a su hijo. – Primero intenta crear una zanja en el tronco, no de un golpe directo, si no de dos curvos que te ayuden a debilitar la rama.

Kan lanzó un tajo curvo y cortante que hizo saltar unas astillas del tronco, a continuación lanzó otro en dirección opuesta que hizo que casi la mitad del tronco se dispersara por el suelo. Animado repitió la operación y unos instantes después el grueso tronco reposaba en el suelo, partido en dos pedazos y un montón de astillas.

- Tienes razón padre! El tronco entero era demasiado para mi, pero poco a poco he logrado debilitarlo y al final yo he vencido. Si hubiera pensado que no podía, nunca lo hubiera intentado. Pero decidí que era capaz, que debía de existir una manera de cortarlo, y la encontré!

- Siempre existe una manera – La voz del anciano Samurai penetró en los oídos de su hijo grabando estas palabras a fuego – siempre existe una manera de lograr lo que deseamos.

- Y para ello debemos hacer lo que sea padre – Preguntó inocentemente Kan.

Kazo se alarmó, no quería que su hijo le interpretara mal, siempre había que regirse por el honor y la generosidad, pero una vez que vio la inocente mirada de su hijo, la calma se apoderó otra vez de su corazón.

- Hijo, Puedes conseguir todo lo que desees en la vida solo conque ayudes a otras personas a conseguir lo que desean.

- No entiendo padre.

- Tu sabes que el granjero siempre recoge mas de lo que siembra No es así? – Kazo sabía que su hijo había ayudado a sembrar a sus vecinos y se había quedado maravillado al ver como crecían las planas día a día y como de un puñado de semillas surgían, con el tiempo, cientos de sabrosos frutos – Pues igual que el granjero siempre recoge mas que lo que siembra, tu debes saber que no estas solo y has de ayudar todo lo que puedas a tu equipo, si lo haces así después recogerás la cosecha mas fructífera que nunca hayas soñado.

Kan quedó pensativo, todavía era muy joven para entender todas las palabras de su padre, pero el sabía que su padre siempre había sido generoso y gracias a ello había llegado a ser un general de generales, por eso decidió firmemente que el haría lo mismo.

- Padre, tengo una duda que me atormenta – Se sincero Kan – antes no te la quise decir por que hoy es un día de dicha. Pero parece que no concuerda con lo que me acabas de decir.

- Si hijo?

- Ayer conté a mis amigos del pueblo que me iba a convertir en Samurai, que aprendería los secretos de nuestro arte y que me convertiría en el tipo de guerrero mas poderoso que existe – los ojos de Kan se clavaron en el crujiente fuego – y los otros niños se rieron de mi, me dijeron que era un blandengue, que todo eran mentiras y que tuviera cuidado por que lo mas seguro es que me dieran una paliza los verdaderos Samuráis por mentiroso, y que luego me echarían a la hoguera. He de ser generoso también con esos niños padre?

- Hijo… – Una sonrisa de comprensión surcaba los labios del viejo Samurai, a el le había pasado lo mismo en su juventud y sabía que las mismas personas que hoy criticaba y ridiculizaban a su hijo, mañana serían sus mas fervientes admiradores por su valentía y coraje – Hay una forma muy fácil de evitar las criticas…

-Cual es padre? – Preguntó entusiasmado Kan

- … simplemente no seas nada y no hagas nada, consigue un trabajo de barrendero y mata tu ambición. Es un remedio que nunca falla.

- Pero Padre! Eso no es lo que yo quiero, yo quiero ser fuerte y poderoso como tu, tengo aspiraciones y sueños que quiero cumplir en la vida. Y solo tengo esta vida para hacerlos realidad Como me pides que haga eso? Como podría rendirme sin haberlo intentado? Acaso no estaría tirando mi vida a la basura? Acaso no estaría viviendo una muerte en vida? Debo luchar AHORA para hacer Realidad mis Sueños porque si no lo hago ahora nunca podré hacerlo.

- Entonces Kan, ten mucho cuidado con los ladrones de sueños – dijo Kazo misterioso.

- Los ladrones de sueños? – El niño Samurai miró temeroso a su alrededor – Que son? Demonios de la noche? Duendes malignos? Seres tenebrosos?

- No hijo, son tus amigos y las personas cercanas a ti – Los ojos de su hijo lo miraban con una expresión triste, como si le acabara de caer el mundo encima – No te preocupes, solo son amigos tuyos, mal informados que creen saber mas que tu y quieren protegerte, quieren todo el bien para ti y que no sufras, y aunque están equivocados, intentarán detenerte en todos los proyectos que hagas, para evitar que fracases y te hagas daño.

- Pero entonces son como los fantasmas del miedo y del fracaso, quieren mi bien y sin embargo me infringen el mayor daño que puede existir: Robarme mis sueños, mis ambiciones y por tanto las mas poderosas armas que tengo para alcanzar lo que yo quiero. Si nunca lo intento… nunca lo conseguiré. Es cierto que si lo intento puedo fracasar, sin embargo también puedo tener éxito y conseguir lo que yo quiero! Solo LUCHANDO se alcanza el EXITO!!!

- Eso es hijo y además, sin quererlo, acabas de descubrir tus tres armas mas poderosas.

- Cuales! dímelo – su ilusión ante la perspectiva de tener mas armas era enorme.

- La primera el Entusiasmo, si crees en lo que haces y de verdad te gusta, podrás conseguirlo todo, creerlo con todos los vestigios de tu ser. Ten Empuje! Sobre todas las cosas, con tu trabajo… ENTUSIASMATE!

Kan asintió con la cabeza, temeroso de interrumpir a su padre.

- La segunda El Empuje! Has de aprender y trabajar, aprender y trabajar y después… enseñar, aprender y trabajar. Solo con el trabajo conseguirás tus objetivos. Si pretendes aprovecharte de la gente solo encontrarás el fracaso, sin embargo, si trabajas con honor, en equipo y siempre intentas superarte… no habrá nada que pueda pararte.

“” El hombre bueno se fortalece y luego fortalece a los demás. Aprende primero para Saber Hacer y después, Enseña a los demás.

“” Aprende con Entusiasmo, Enseña con Entusiasmo y entonces tendrás éxito porque tendrás EMPUJE!

Kan poso la mano en su corazón y se prometió a si mismo, en absoluto silencio que siempre trabajaría con honor y que nadie le pararía.

- Y tercer la Constancia – los ojos de Kan preguntaban a su padre que era la constancia, acaso no era lo mismo que el empuje – La Constancia hijo mío, es la capacidad de aguantar en los tiempos duros y seguir trabajando para que vengan los tiempos buenos.

“”La constancia es el Arte de Continuar Siempre!

“”Tu ahora acabas de empezar y mañana empezaras a practicar con los Samuráis. Al principio, después de cada entrenamiento, te dolerán los músculos y estarás cansado, tendrás ganas de abandonarlo todo porque pensarás que esto es demasiado duro para ti. Pero si eres Constante y continúas aprendiendo y practicando, poco a poco tu cuerpo se irá adaptando y desarrollando, así como tu mente. Y verás como cada vez las cosas te resultaran mas fáciles y obtendrás mas resultados y mas fácilmente. Los comienzos son siempre duros hijo, el fracaso de la derrota solo llega cuando te rindes, solo si eres Constante tendrás el éxito asegurado.

Kazo vio como su joven hijo asentía medio dormido. Ya era tarde y hoy había aprendido mas que en toda su vida. El viejo Samurai cogió a su joven hijo y ahora aprendiz de su arte en sus brazos levantándolo, a pesar de su avanzada edad, como si de una pluma se tratara. Su hijo le susurró algo al oído como “gracias papa!” antes de quedarse dormido. El general de generales se preguntó si realmente su hijo seguiría al pie de la letra todos los consejos que hoy había aprendido. Sabía que si así lo hacía llegaría aun mas alto de lo que el, general de generales, había logrado.

martes, 1 de septiembre de 2009

LITERATURA DOMINICANA- Hay un País en el Mundo

Hay un país en el mundo
colocado en el mismo trayecto del sol.
Oriundo de la noche.
Colocado en un inverosímil archipiélago
de azúcar y de alcohol.

Sencillamente
liviano, como un ala de murciélago
apoyado en la brisa.

Sencillamente
claro, como el rastro
del beso en las solteronas antiguas
o el día en los tejados.

Sencillamente
frutal. Fluvial.
Y material.
Y sin embargo sencillamente tórrido
y pateado como una adolescente en las caderas.

Sencillamente triste y oprimido.
Sencillamente agreste y despoblado
En verdad.
Con tres millones suma de la vida
y entre tanto cuatro cordilleras cardinales
y una inmensa bahía y otra inmensa bahía,
tres penínsulas con islas adyacentes
y un asombro de ríos verticales
y tierra bajo los árboles y tierra
bajo los ríos y en la falda del monte
y al pie de la colina y
detrás del horizonte
y tierra desde el canto de los gallos
y tierra bajo el galope de los caballos
y tierra sobre el día,
bajo el mapa,
alrededor
y debajo de todas las huellas
y en medio del amor.

Entonces es lo que he declarado.
Hay un país en el mundo
sencillamente agreste y despoblado.
Algún amor creerá
que en este fluvial país
en que la tierra brota,
y se derrama y cruje
como una vena rota,
donde el día tiene su triunfo verdadero,
irán los campesinos con asombro
y apero a cultivar cantando
su franja propietaria.

Este amor
quebrará su inocencia solitaria.
Pero no.
Y creerá que en medio de esta tierra recrecida,
donde quiera, donde ruedan montañas
por los vallescomo frescas monedas azules,
donde duermeun bosque en cada flor
y en cada flor la vida,
irán los campesinos por la loma dormida
a gozar forcejeando
con su propia cosecha.

Este amor
doblará su luminosa flecha.
Pero no.
Y creeráde donde el viento asalta
el íntimo terrón
y lo convierte en tropas de cumbres y praderas,
donde cada colina parece un corazón,
en cada campesino irán las primaveras cantando
entre los surcos
su propiedad.
Este amor
alcanzará su floreciente edad.
Pero no.

Hay un país en el mundo
donde un campesino breve,
seco y agrio
muere y muerde descalzo
su polvo derruido,
y la tierra no alcanza para su bronca
muerte.

¡Oídlo bien!
No alcanza para quedar dormido.
Es un país pequeño y agredido.
Sencillamente triste,triste y torvo,
triste y acre.
Ya lo dije:
sencillamente triste y oprimido.
Procedente del fondo de la noche
vengo a hablar de un país.
Precisamente
pobre de población.
Perono es eso solamente.

Natural de la noche soy producto de un viaje.
Dadme tiempo
coraje para hacer la canción.
Plumón de nido nivel de luna
salud del oro guitarra abierta
final de viaje donde una isla
los campesinos no tienen tierra.

Decid al viento los apellidos
de los ladrones y las cavernas
y abrid los ojos donde un desastre
los campesinos no tienen tierra.

El aire brusco de un breve puño
que se detiene junto a una piedra
abre una herida donde unos ojos
los campesinos no tienen tierra.
Los que la roban no tienen ángeles
no tienen órbita entre las piernas
no tienen sexo donde una patria
los campesinos no tienen tierra.

No tienen paz entre las pestañas
no tienen tierra no tienen tierra........
Miro un brusco tropel de raíles
son del ingenio
sus soportes de verde aborigen
son del ingenio
y las mansas montañas
de origen
son del ingenio
y la caña y la yerba
y el mimbre
son del ingenio
y los muelles y el agua
y el liquen
son del ingenio
y el camino y sus dos cicatrices
son del ingenio
y los pueblos pequeños
y vírgenes
son del ingenio.

Es verdad que en el tránsito del río,
cordilleras de miel,
desfiladerosde azúcar
y cristales marineros
disfrutan de un metálico albedrío,
y que al pie del esfuerzo solidario
aparece el instinto proletario.

Pero ebrio de orégano y de anís,
y mártir de los tórridos paisajes
hay un hombre de pie en los engranajes.
Desterrado en su tierra.
y un país,
en el mundo,
fragrante,
colocado
en el mismo trayecto de la guerra.

Traficante de tierras y sin tierra.
Material. Matinal.
Y desterrado........
Quiero ver su amargura necesaria
donde el hombre y la res y el surco duermen
y adelgazan los sueños en el germen
de quietud que eterniza la plegaria.
Donde un ángel respira.
donde arde
una súplica pálida y secreta
y siguiendo el carril de la carrera
un boyero se extingue con la tarde.

Después
no quiero más que paz.
Un nido
de constructiva paz en cada palma.
Y quizás a propósito del alma
el enjambre de besos
y el olvido.

por: Pedro Mir

miércoles, 26 de agosto de 2009

Un campesino Dominicano

Un campesino Dominicano que estuvo en Haití vendiendo unos andullos ya su regreso tuvo una entrevista muy curiosacon el que suscribe.

(A dos amigos puertoplateños)

Del campo un dominicano que pasó a vender andullos,
en dos borriquitos suyos a no sé qué pueblo haitiano,
así me contó: ¡critiano ni Dio comprende esa gente!
Caicule que laguaidiente allá le dicen tafiá, a lo jalitao
llengá y penchó ai pan caliente.

Los frijole colorao puá rus lo llaman allá,
a la brujería guangá y a lo sombrero chapao.
Malfiní é guaraguao lo guandule puá congó
Bonyé le dicen a Dio, a lo brujo lugarú y
a lo jefe dei judú le dicen papá Bocó.

Lo memo la macarela, la titulan macrilló
lo molondrone gombó y difé a la candela.
A la paila o casuela le dicen allá shodié;
a lo sapato sulié, puesón ai peje o pecao
y en siendo el arró graniao le dicen durí grené.

Yo andube toitico Haití y no encontré un condenao
que dijera bacalao sino todo la murí.
Al arró llaman durí, a la cebolla loñón, a lo cochino cochón.
Lo fideo vermichel a la sal le dicen sel y creviche ai camarón.

En siendo peje salao le dicen puesón salé
como banan bucané llaman ai plátano asao.
Pero siendo sancochao le dicen banan bullí,
a la ñica saloprí a lo sajice pimán,
lo mamone cachimán y a lo niño anfán pití.

Al agua le dicen gló, ai queso llaman fromalle,
una rí e juna calle y finí que se acabó;
allí nadie dice fó como nosotro jaquí,
cuando viene a la narí ei bajo de aigún parrá!
el haitiano dice allá: «¡A la peté qui santi!»

Un sancocho, e ebullón ñon eguille es una aguja
como ei casabe de bruja ello lo llaman llonllón.
A lo caibone charbon, ai quitasoi, paresol, guanábana, corosol,
ñon chandel e juna vela; y a la maidita viruela le dicen pití verol.

Al aceite llaman huil, aguacate sabocá,
y a la piña ananá como porcanel, cajuil;
allá perejil, persil, el melao allí siró, lo mameye, abricó,
la yuca llaman mañoc, a lo gallo viejo coc, y ai sapo llaman grapó.

Lo que aquí llaman letrina por allá e cae brulé,
como si dijera uté la casa quemada en ruina,
donde allí la chamuchina o gente de poca nota,
entra allí y se ñengota en un brulé o aposento,
y se despacha al momento dejando allí su pelota.

Conque saque uté la cuenta siño Juan Antoño Elí,
y dígame si en Haití cuaiquiera no se revienta;
en eso de compra y benta yo le pueo asegurai,
que si no sabe coitai de esa gente ei lenguaraje,
ni la toitilla dei biaje uté no la pue sacai.

Jata otro día, con su licencia.

Por Juan Antonio Alix

Poesía Dominicana - El Foyon de Yamasá

Juan Antonio Alix

Siento mucho relatar lo que al fin relato hoy,
porque ya dirán que soy amigo de exagerar;
Y el que me ha de murmurar desde ahora ya sabrá,
que tres pitos se me da que figuren que es un cuento
lo que pasó en el convento del pueblo de Yamasá.

Pues un día de la Asunción estando yo en Yamasá,
vino el cura de Boyá a celebrar la función.
A mediado del sermón hubo allí un pelotero
que hasta vino un tal Peguero que es el jefe del lugar,
queriendo allí disparar un trabuco naranjero.

Un haíto que por cierto fue a gozar de la función
se largó allí un follón que hedía a perro muerto;
yo no diré que es incierto que estuve al perder el tino,
pues el follón tan dañino de aquel ahíto infeliz me picó
en la nariz como un ají montesino.

Del púlpito descendió de cabeza el reverendo,
y al caer iba diciendo: «¡Qué peo se han tirado, fo!»
Y al sacristán que le dio esa brisa tan impura,
dijo «¡fo, y es de asadura, aquí no lo aguanto yo!»;
y en seguida se tiró de cabeza tras del cura.

Como el campanero es ciego al oír la corredera,
sin averiguar siquiera comenzó a tocar a fuego.
Salió el cura sin sosiego con la frente en un chichón gritando
más que un lechón y preguntando igualmente:
«¿Quién ha sido el indecente que se largó ese follón?»

A una vieja de la Jagua le tumbaron el pañuelo,
y se vio caer al suelo una peineta de yagua;
dejaron allí una enagua por el maldito follino,
que, por tener palomino, nadie la quiso tocar;
al Alcalde del lugar le aplastaron el gallino (bombo).

Según la opinión del cura y del sacristán también,
el follón fue de lerén de mondongo, o de asadura.
Pronto irá a la sepultura quien soltó ese marrano,
pues si no se hallaba sano ese maldito cochino,
no debió en lugar divino follonear así al cristiano.

Después que aquello pasó y que fue calmado todo,
dijo el cura del mal modo: «¡Ese follón me mató!
Pero ahora quiero yo, en bien de la religión echarle
la excomunión si no declara al momento,
el que vino a este convento a largarse ese follón.»

Salió un viejo setentón hinchado y descolorido,
y al cura dijo: «yo he sido el que me tiré el follón.
No fue esa mi intención le digo, Padre bendito,
sepa usted que estoy agito y creo que no tengo cura,
calcule que es de asadura que comí cuando chiquito».

El sacristán dijo al cura saltando y con alegría:
«Mi amo, ¿no le decía que el follón fue de asadura?»
«Tú tienes razón criatura son buenas tus condiciones,
rogaré en mis oraciones al Divino Sacramento,
que no salgas del convento para que huelas follones.»

viernes, 21 de agosto de 2009

De un joven de 76 a un anciano de 20

Querido Pancho:

No has vivido sino veinte años y ya te declaras cansado de vivir. ¿De qué puedes estar cansado? ¿De trabajar, de aprender, de jugar, de explotar el mundo? ¿O será de ganar nuevos amigos, de amar, de protestar contra las injusticias, o de hacer algo contra éstas? Convengamos en que apenas has tenido tiempo para hacer mucho de todo eso.

No puede ser que estés cansado de vivir. Es comprensible que un viejo solo, gravemente enfermo, aquejado de intensos dolores e incapaz de valerse por sí mismo, esté cansado de vivir: no espera nada placentero, no puede serle útil a nadie y es un estorbo para otros. Pero éste no es tu caso: eres joven, sano, listo y puedes esperar vivir tres cuartos de siglo en una época densa de sorpresas y de problemas desafiantes.

Tal vez sólo estés explorando sin brújula. Puede ser que no te hayan ayudado a buscar. ¿O será que te has extraviado en las honduras de la droga, buscando una felicidad instantánea pero efímera, ilusoria y egoísta?

¿O habrás estado leyendo literatura pesimista? ¿Te han envenenado Schopenhauer, Nietzsche, Hesse, Camus o Sartre? O confíes en estos escritores aunque te cautive su estilo. Ellos pensaban mal del prójimo y no tenían confianza en el futuro. Tal vez presentían que la mayor parte de su posteridad pensaría mal de ellos por intoxicar a la gente.

Cualquiera que sea la causa de tu hastío, piensa que la enorme mayoría de las gentes, incluso las que pasan hambre y humillaciones, siguen apegadas a la vida y esperan disfrutar mejor de ella. ¿Por qué? Porque la vida es hermosa, o al menos puede serlo a poco que uno se lo proponga cuente con alguna ayuda.

Sospecho que en algún momento has pensado suicidarte. Hay muchos motivos para suicidarse: fracaso luego de muchos años de vanas tentativas, soledad, vergüenza, dolor físico inaguantable, pérdida de toda esperanza, deseo de venganza, etc.
El suicidio más trágico es el de una persona joven que se siente acorralada, sin perspectivas, y que no tiene a quien recurrir. Pero éste no es tu caso, ya que tienes parientes y amigos que te quieren bien.

Casi todos hemos conocido individuos que amenazan suicidarse. Yo he conocido por lo menos tres. El último de ellos es un cuarentón a quien llamaré Patrick. Nunca nos vimos, pero durante la última década Patrick me ha estado haciendo intermitentemente llamadas desde los EE.UU.

Todas las veces Patrick me interrumpía la cena, endilgándome largos y elocuentes monólogos. Al principio yo intentaba discutir algunas de sus afirmaciones, pero Patrick se impacientaba. Dejé de interrumpirle porque intuía que el hombre estaba angustiado y desbrujulado, como dicen los franceses. Parecía que, más que dialogar, quería convencerse a sí mismo de su propia importancia.

Conociendo mis preferencias, Patrick se me había anunciado como físico, neurobiólogo y filósofo. Pero terminó admitiendo que era un autodidacta. Ni siquiera había comenzado la escuela secundaria, porque sus padres le habían considerado un niño prodigio y le habían puesto tutores privados.

Todas las veces, Patrick me anunciaba sus presuntos progresos en la ejecución de un ambicioso proyecto titulado Teoría General de las Ideas. Este pretendía abarcar las ideas de todo tipo, desde lógica hasta la historia.

En su última llamada, Patrick me informó que había llegado a la conclusión de que jamás podría terminar su magna obra. Para peor, a fin de llevar a cabo ese trabajo de largo aliento, había dejado de trabajar. Se había mantenido gracias a préstamos de parientes y amigos persuadidos por su brillante retórica.

En suma, Patrick era un protectista fracasado, endeudado y finalmente avergonzado. En vista de su fracaso, su desesperanza y su vergüenza, había resuelto suicidarse. Me llamaba para despedirse. He aquí el diálogo que siguió a esa declaración tremenda:

- No haga eso. La vida es hermosa
- No lo es para mí
- Comprendo que no lo sea en este momento, pero a su edad es posible comenzar una vida nueva
- No veo porvenir para mí. Mi gran proyecto resultó puro humo. Ya no tengo alicientes para seguir viviendo.
- Tal vez, pero usted puede ayudar a vivir a otros.
- No tengo a nadie, salvo mi gato. Mis padres han muerto y mis amigos me rehúyen porque no creen en mí y porque les debo dinero.
- En el mundo hay millones de desamparados a quienes usted podría ayudar
- ¿Cómo?
- Ofrezca sus servicios a una de tantas organizaciones benévolas que se ocupan de socorrer huérfanos, inválidos, sin techo, desocupados, refugiados, perseguidos políticos o los meramente desgraciados, como usted mismo.
- Nadie me emplearía, ni siquiera a cambio de casa y comida.
- ¿Por qué dice esto?
- Porque tengo un carácter inaguantable. Tan es así que yo mismo no me emplearía.
- Nunca se sabe. Al menos, inténtelo. Nada perderá con hacer la tentativa.
- No tengo esperanzas. Todo lo veo oscuro. Mejor me mato y así termino con mis problemas insolubles que no interesan a nadie.
- El suicidio es la solución fácil. Una persona inteligente como usted debería hacer frente al desafío en lugar de huirle.
- Para usted es fácil decirlo. Si usted estuviera en mi situación, no lo diría.
- Sí lo diría, porque mi divisa es: disfruta la vida y ayuda a disfrutarla. Quien no puede ser feliz debería intentar aliviar la desgracia ajena. Es un deber. Es su deber.
- Yo no debo nada a nadie.
- No es, verdad. Usted mismo me dijo hace un rato viviendo a costillas de parientes y amigos que creían en usted.
- Es cierto. Pero no me siento acreedor de ellos, porque podrían haberme advertido que yo tenía delirios de grandeza.
- ¿Cómo podían saberlo, si sus padres proclamaban que usted era niño prodigio destinado a ganar el Premio Nobel y si usted mismo pasó años haciéndose propaganda?
- Puede ser, pero no me convenzo. Adiós para siempre.
- Un momento. Hasta ahora usted ha usado y abusado de sus derechos. Se ha comportado como un niño consentido: un egoísta perfecto. Es hora de que se haga hombre y cumpla sus deberes.
- Lo pensaré, pero dudo que cambie de parecer.
- Pues piénselo y hágame saber lo que ha decidido.
- De acuerdo, pero, de todos modos, me despido.
- Adiós.

Pasaron varios días y Patrick no llamaba. Finalmente me llegó una carta suya. La resumo: “Usted tenía razón. He hallado cómo ser útil a mis semejantes. Gracias.”
Aquí termina mi historia verídica, querido Pancho. Espero que te sirva de algo.

Espero que hagas un esfuerzo desmesurado y te pongas a ejercer plenamente el fascinante oficio de Vivir, de disfrutar de la vida y ayudar a otros. Te lo digo con pasión y con envidia. ¡Quien tuviera medio siglo menos, como lo tienes tu!


Por Mario Bunge, 1996

jueves, 20 de agosto de 2009

Marcianitos

Niños y Mochilas



El regreso a clases no debería significar dolor de espalda, pero para los niños que usan mochilas podría significar una visita al médico. De hecho, cada vez hay mas procupación en los padres, profesores y directivos escolares por esos bolsos que sobrecargan la espalda de alumnas y alumnos.
De acuerdo a estimaciones y proyecciones de la Comisión de Seguridad del Consumidor y Productos de los EE.UU., durante el año 2000 hubo en ese país más de 13.260 atenciones médicas (en Urgencia, Clínicas y consultas médicas) por lesiones atribuidas al uso de mochilas.
El excesivo esfuerzo que imponen, a la espalda y hombros de los niños, las pesadas cargas que transportan en sus bolsas, les está causando sobreesfuerzo y fatiga muscular. Además, el sobrepeso puede llevar al desarrollo de malos hábitos en la vida temprana, tales como vicios posturales.
Como parte de la campaña nacional de prevención de lesiones 'Prevent Injuries America!®', la Asociación de Cirujanos Ortopedistas de EE.UU. sugiere las siguientes recomendaciones:
Usar una correa con soporte en las caderas para las cargas más pesadas.
Preferir las mochilas con correas anchas y acolchadas, y con respaldo acolchado.
Cuando se transporte la mochila, usar ambas correas, firmemente ajustadas, procurando mantener la bolsa unos 5 centímetros por sobre la cintura.
Practicar
ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda, de acuerdo a la orientación de su médico.
Usar una técnica adecuada para levantar la carga. Recuerde doblar las rodillas y hacer la fuerza con las piernas cuando levante una carga pesada.
Ordenar la mochila instalando los elementos más pesados cerca de la espalda, y manteniéndola permanentemente ordenada, con cada cosa en su lugar
Si se cuenta con un casillero ('locker'), es una buena práctica el dejar allí la carga y hacer viajes frecuentes hacia este, entre una clase y otra, para recambiar los elementos que necesite para cada una de estas.
Considerar cambiarse a una mochila con ruedas.
Dejar los libros en el colegio, y mantener un segundo set en casa, para evitar el viaje de ida y regreso de esos materiales.

Puede ver el artículo original aquí

miércoles, 19 de agosto de 2009

MESES DEL AÑO


En la Antigua Roma, los meses eran diez, pero Julio César quiso tener un mes propio y agregó uno con su nombre, Julio. Luego, el emperador Augusto hizo lo mismo con el mes de Agosto. Por eso septiembre, que como su nombre indica era antes el séptimo mes, pasó desde entonces a ser el noveno y así sucesivamente: octubre (de ocho) pasó a ser el 10, noviembre (de nueve) fue el 11 y diciembre (de diez) el duodécimo.

ENERO:
Deriva del latín "ieruarius" o "ianuarius", mes que los romanos consagraban a su dios Jano (Ianus), que representaban con dos rostros opuestos como las caras de una puerta (ianua), para mirar el pasado y el futuro. Tiene 31 días.
Enero mojado, bueno para el tiempo, malo para el ganado.


FEBRERO:
Viene del latín "februarius", derivada a su vez de "februare" (purificar), que se refiere a fiestas en las que los sacerdotes golpeaban a la gente con varas (februum) para purificarla. Tiene 28 ó 29 días. El año en que este mes tiene 29 días se lo denomina bisiesto. En febrero loco, ningún día se parece a otro.


MARZO:
Del latín "martius" en honor a Marte, dios de la guerra, a quien los romanos consagraban este mes, que era el primero de su calendario. Este mes tiene 31 días.
Marzo ventoso y abril lluvioso, hacen a mayo florido y hermoso.

ABRIL:
Deriva del latín "aprilis", que a su vez proviene de “aprire" (abrir), porque en esta época, en Roma es primavera y comienza a desarrollarse la vegetación. Este mes tiene 30 días.
En abril , aguas mil.


MAYO:
Del latín "maius", nombre que tal vez derivara del de una diosa romana llamada Maya. El primer día se plantaba un árbol llamado "mayo", símbolo de la primavera. Este mes tiene 31 días.
Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo, y si vuelve a llover, vuélvetelo a poner.


JUNIO:
Proviene de "iunius" porque los romanos dedicaron este mes a su diosa Juno, protectora de la mujer, diosa del hogar. Este mes tiene 30 días.
Junio claro y fresquito para todos bendito.


JULIO:
Viene de "iulius", en honor a Julio César. Antes de que éste modificara el calendario romano, este mes se llamaba "quintilis", por ser el quinto, empezando desde marzo. Este mes tiene 31 días. Julio caliente, quema al más valiente

AGOSTO:
Del latín "augustus", en honor al emperador Augusto. En el antiguo calendario romano este mes se llamaba "sextilis", porque era el sexto a partir de marzo.
Cuando llueve en agosto, llueve miel y mosto.


SEPTIEMBRE:
Deriva del latín "september", por ser el séptimo mes del antiguo calendario romano que empezaba en marzo. Este mes tiene 30 días. Septiembre o seca fuentes o lleva puentes

OCTUBRE:
Viene de "october", por ser el octavo mes del antiguo calendario romano. Tiene 31 días.
Octubre lluvioso, año copioso

NOVIEMBRE:
Viene del latín "november", por ser el noveno mes del antiguo calendario romano. Este mes es de 30 días.
Entrado noviembre, quien no sembró, que no siembre.


DICIEMBRE:
Viene del latín "december", por ser el décimo mes del antiguo calendario romano quienes lo pusieron bajo la tutela de Vesta, diosa del fuego del hogar. Se lo representaba con un esclavo que llevaba una antorcha encendida, en alusión a las fiestas saturnales. Este mes tiene 31 días.
En diciembre la tierra se duerme

¡LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO!

Un banquero norteamericano estaba en el muelle de un pueblito caribeño, cuando llegó un botecito con un solo pescador.Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.El norteamericano elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos...

El pescador respondió que sólo un rato.El norteamericano le preguntó que por qué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado...El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.El norteamericano le preguntó qué hacía con el resto de su tiempo....

El pescador dijo: "Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora, caigo todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos. Tengo una vida agradable y ocupada."

El norteamericano replicó: "Soy de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y, con los ingresos, comprar un bote más grande; con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes; eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador y, eventualmente, abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pueblo e irte a la Capital, donde manejarías tu empresa en expansión".

El pescador le preguntó: - "¿Pero cuánto tiempo tardaría todo eso...?"A lo cual respondió el norteamericano: - "Entre 15 y 20 años".-

"¿Y luego qué?", preguntó el pescador.

El norteamericano se rió y dijo que esa era la mejor parte. - "Cuando llegue la hora deberías vender las acciones de tu empresa al público. ¡¡Te volverás rico... tendrás millones!!"- "Millones ...

¿y luego qué?"-

"Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, caer todas las noches al pueblo donde tomas vino y tocar guitarra con tus amigos".

Y el pescador respondió: - "¿Y acaso eso no es lo que ya tengo?"


¡Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidadque ya se tiene pero que muchas veces no vemos!La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos, sin lamentarnos por lo que nos falta.
¡LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO!